domingo, 2 de marzo de 2008

50 AÑOS DE AUSCENCIA… TÍO RAMÓN QUINTERO.

50 años son medio siglo. Tan solo oírlo pareciera que es un tiempo muy lejano; pero el tiempo que no se detiene hace que cuando menos nos demos cuenta ya haya pasado tantos años. Llegar a cincuenta años puede ser a veces motivo de fiesta, como cuando un matrimonio logra llegar a sus bodas de oro, es motivo de celebración, por la cantidad de años que han sabido mantener unidos un matrimonio. Cuando alguien cumple 50 años celebra que ya tenga medio siglo cumplido, y pide por seguir mínimo otro medio siglo. Pero hay veces que el cumplir 50 años nos haga recordar una gran tristeza, como cuando un familiar cumple su aniversario luctuoso. Pareciera increíble que cuando se cumplen 50 años del fallecimiento de un familiar, nos parece que el tiempo pasó muy rápido, ya que su recuerdo permanece.
RAMÓN QUINTERO ARIAS fue el primero de los hijos que tuvieron el matrimonio formado por José Maria Quintero y Refugio Arias, Mi Abuelito Chema y Mi Abuelita Cuquita. Es el hermano mayor de Mi MAMI KANA. Desde pequeño tuvo que ayudar a mi abuelito Chema a trabajar en el campo para poder ayudar en su casa. Era una persona de carácter fuerte, recio, pero muy solidario y buen amigo con quien lo conocía.
Mi Tío Ramón podría ser considerado como el prototipo del hombre mexicano; era fornido, trabajador, de carácter recio, mujeriego y Jugador. El carácter recio que le caracterizaba, se le fue haciendo con las vivencias que da la vida. Era un hombre al que se le podía tratar de buena manera, pero si lo provocaban era de tenerle miedo ya que era hombre de armas tomar; pero repito solo si lo provocaban. Según recuerda mi Mami Kana, una ocasión estaba en la calle platicando con un amigo sin hacer nada, y sin más la policía se los llevo detenidos. Ahí los golpearon de manera tan cruel, y si no es porque se escapan, los podían haber matado. Pasado el tiempo de ese incidente, Mi Tío Ramón iba de camino a los sembradíos con su hermano más chico MI TÍO FELIPE, y en el camino se encontró con el policía que los detuvo; recordó todo lo que le hicieron, se detuvo, se le puso en frente diciéndole si lo recordaba, y ya que lo tuvo de frente, saco el coraje que le había provocado este policía tiempo atrás, disparándole. Por circunstancias como esas, y por el tipo de crianza que a muchas personas les da el campo se hizo de esa manera, muy enojon, bronco y de carácter duro. Otra ocasión en que lo saco a flote su carácter, fue cuando intento defender el honor de su hermana MI TÍA LUPE, quien fue robada por mi TÍO DELFINO contra su voluntad. Cuando mi Tío Ramón se entero de quien lo hizo, estaba dispuesto a matarlo, pero como Mi Tío Defino se escondió bien, no le hizo nada, pero de no ser así, seguro lo mataba.
Como todo hombre mexicano de esa época, aparte de gustarle el trago, le encantaban las mujeres, nunca se caso ni tuvo hijos, pero si en su biografía se le pueden encontrar numerosos romances; uno de ellos producto de una apuesta con sus amigos.
Siempre procuro el bienestar de Mi ABUELITA CUQITA y de sus demás hermanas. Por eso se fueron a la capital, para tener una mejor vida. Ahí comenzó a trabajar en una piedrera. En la capital, disfrutaba de ir muy seguido a la villa a visitar a la Virgencita de Guadalupe; de hecho la foto que aparece en el artículo fue tomada en diciembre del 57, unos meses antes de morir. Por ahí del 6 de Marzo de 1958, mientras trabajaba, una piedra salio disparada lo que hizo que cayera sobre mi tío Ramón aplastándolo y provocándole la muerte inmediatamente. Mi Tío Ramón fue velado en su casa y enterrado en un panteón del distrito Federal.
Meses después de su muerte, Mi Abuelita Cuquita no se sobreponía de la muerte de mi Tío, y en sus oraciones pedía que le hablara. Años después, y según recuerda MI MAMI YOYA, una ocasión en que ella se quedo a dormir con mi Abuelita Cuquita, claramente escucho la voz de MI TÍO RAMÓN hablándole a mi Abuelita diciéndole “MADRE”.
Han pasado 50 AÑOS DE AUSENCIA y el recuerdo de mi tío sigue presente gracias a las anécdotas que mi Mami Kana, Mi Tío Felipe y Mi Tía Lupe nos cuentan de él. Debo confesar que me hubiera encantado conocerlo en persona, pero a la vez, siento que me hubiera impuesto mucho su imagen recia y su carácter tan fuerte que tenía MI TÍO RAMÓN. Que ojala siga DESCANSANDO EN PAZ.

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