SOY TAN PEQUEÑITA.
Evangelina Elizondo.
¿Cómo hablar del universo?
¿Cómo hacer una poesía con astros y estrellas?;
¡Que increíble!, Siendo tan pequeñita como soy;
Percibo el universo con sus planetas, soles y lunas.
Quería yo compararme con el universo,
Y te diré lo que estuve pensando.
Soñé que volaba a la velocidad de la luz; ¡Por todo el universo!;
Entre miles de galaxias; Creí que las había recorrido todas;
Pero soy tan pequeñita que no me di cuenta que para recorrerlas;
Necesitaría millones de años.
Solo había Sobrevolado un pedacito de una, y me decidí a quedarme en ella.
Pero en esta galaxia había miles de estrellas y planetas;
Astros y meteoritos. ¿A dónde me gustaría quedarme?
¿En cual planeta? Posiblemente en Júpiter, el más grande;
O el inhóspito Marte, Tal vez en Saturno con sus enormes anillos;
¡Para jugar con ellos!, O Venus, Urano, Neptuno o Plutón;
El más lejano del sol, ¡No, no, no! Ahí ha de hacer mucho frío.
Llegue al Planeta tierra, ¡No era nada despreciable!;
Había calor con sol, Y también una hermosa luna;
¡Era un planeta fértil lleno de vegetación, Calido y Hospitalario!;
Y me quede en él.
Pero me encontré con que tenía yo que escoger entre varios continentes;
Oriente, Europa, Asia, África y América.
¡DIOS MIO, DIOS MIO! ¡Cuantos, Cuantos países en America solo!;
Alaska, Canadá, Estados unidos, Guatemala, Panamá, Chile, Ecuador;
La Patagonia o Las islas Malvinas, Argentina, Colombia; ¡Ay no, ahí no!
Ahí se siembra la amapola. Cuando andaba recorriendo toda la América;
Oí música y cantos acompañados con guitarras, a unos que se dicen Mariachis;
¡Y me dejaron encantada! Y ahí me quede en México.
Pero tenía otro grande dilema, ¿En cual de todos los hermosos estado de esta republica querría yo vivir?; Bueno me entere que era una republica;
Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Veracruz etcétera, etcétera, etcétera;
¡Que pequeña soy señor! Me quede en el Distrito Federal;
Cuando yo hubiera querido vivir en todos los estados de México;
Porque son ¡Tan Hermosos!
Ya estando en el Distrito Federal, tenia que decidir en que colonia vivir;
La Roma, la Juárez, Las Lomas, Balbuena, El Pedregal o Bondogito;
Etcétera, etcétera, etcétera. Y después de tener la colonia ¿En que calle?;
¿En que numero de esa calle? Y ¿En que casa?, Y en esa casa, ¿En que habitación?
Ahí se paro mi pensamiento, ahí entre y cerré la puerta;
Y sentí lo pequeñita que soy, ¡Y me sentí especial!;
Porque tú mi Dios me permites saberlo.
Millones de veces más pequeña que una micra de una arenita del mar.
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